De todo un poco…

Organizados por primera vez en 1901, los Premios Nobel están financiados por las ganancias generadas de un fondo patrimonial, considerado en el testamento del químico, invento y filántropo sueco Alfred Nobel.

Dicha herencia s gestionada y controlada por un comité: la Fundación Nobel, constituida por seis miembros en cada mandato, que dura dos años, cinco integrantes son elegidos por los administradores del testamento, el sexto es nombrado por el gobierno de Suecia, todos son ciudadanos suecos o noruegos. El propósito es que el ganador se concentre exclusivamente en sus investigaciones. Los jueces pueden dividir el premio entre dos o tres personas; aunque no está permitido repartirlo entre más personas, si se considera que un grupo mayor lo merece, se concederá de forma conjunta al equipo.

Originalmente, el rey Oscar II de Suecia (1829-1907) no estaba de acuerdo en dar el premio a extranjeros, pero se dice que cambió de idea al darse cuenta del enorme potencial impulsor de dichos premios para su país.

Los estímulos se entregan en la Sala de Conciertos de Estocolmo el 10 de diciembre de cada año, fecha en que Alfred Nobel murió.

México es uno de los pocos países que tiene diversidad biológica abundante. Cuenta con 10%  de las especies animales y vegetales que habitan el planeta. Desafortunadamente, cada vez son más los grupos en peligro de extinción. Ejemplo de ello es el caso del jaguar (felino muy semejante al leopardo). Del cual sólo quedan pocos.

La primera vez que las plantas fueron incluidas en la “Lista Roja”, que es una fuente de información más completa acerca del estado de conservación mundial de las especies vegetales y animales, de la UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), fue durante 1997. En dicho año, las cifras revelaron que, a nivel mundial, cerca de 380 especies se habían extinguido en estado silvestre y casi 370 fueron consideradas como amenazadas.

Entre las principales especies de flora mexicana en peligro de extinción se encuentra el agave y muchas familias de orquídeas. Los vegetales son seres vivos esenciales en los procesos que mantienen el equilibrio atmosférico de la Tierra, también son fuente de medicinas para el ser humano; pero a pesar de su importancia para mantener la vida en el planeta son uno de los grupos con mayores pérdidas.

Una especie, vegetal o animal, está en peligro de extinción cuando su vida se encuentra en riesgo. Esto se debe tanto a la acción del ser humano (deforestación y contaminación ambiental, por ejemplo) como a cambios ambientales producidos por desastres naturales.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), autoridad internacional en materia de especies en peligro de extinción, las clasifica entres diferentes categorías: especies vulnerables, en peligro de extinción y en peligro crítico de extinción.

“En peligro y “en peligro crítico” se refieren a todas las especies que han mostrado oscilaciones en su distribución geográfica, acompañadas de una disminución de fragmentación. La UICN considera que la población de individuos maduros pertenecientes a una especie menor a los 250 ejemplares tiene probabilidad de entre 50 y 20 % de extinción en su forma silvestre. Dicha estadística, además se aplica si ocurre una fuerte disminución en poblaciones de organismos durante las últimas tres generaciones (casi 10 años).

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) también clasifica y restringe el comercio de especies en peligro de extinción desde 1963.


Loreto se ubica en el estado de Baja California Sur, México. Su fundación está ligada al establecimiento de la misión de nuestra Señora de Loreto por Padres Jesuitas en 1697.
Al arribo de los españoles existían en Loreto tres grupos tribales: los peribúes, que habitaban la parte sur de la península; los guaycaras, asentados en la parte media, y los cochimíes, ubicados en el extremo norte. Todos tenían economía de subsistencia, es decir, recogían frutos y semillas, cazaban pequeñas especies o pescaban en los litorales.
En 1683, el Misionero Francisco Kino dirigió una expedición que llegó cerca del actual Loreto al costear el Mar de Cortés. Desde dicha estación, la expedición se abrió paso a través de la rocosa sierra de “la Giganta” hasta alcanzar las costas del “Mar del Sur” (Océano Pacífico), para lograr la amistad con los nativos.
Loreto destaca por su extraordinario paisaje compuesto por parajes semidesérticos mezclados con montañas y las tibias aguas del Mar de Cortés. En sus playas se practican varios deportes. Cada invierno llega la ballena gris, todo un espectáculo pro los amantes de la naturaleza.

En Pleno siglo XXI el recurso que utilizan los medios de comunicación para transmitir un mensaje es muy eficaz y rápido. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que de acuerdo al contexto en el que se utilicen, pueden asumir diferentes objetivos y usos.
Por ejemplo, las páginas web (red o telaraña) son creadas con propósito informativo, de contenido diverso, de acuerdo a los intereses de quien administra dicho sitio. Los temas que se describen van desde infantiles, médicos, científicos, religiosos, económicos y de instituciones gubernamentales a nivel mundial, entre muchos otros.
La rapidez y la variedad son herramientas muy dinámicas para transmitir información y facilitar al ser humano el desarrollo de su potencial creador y del crecimiento, de manera cada vez más efectiva, si aprovechamos las páginas que brinda la web.
A pesar de que principalmente los medios de comunicación ofrecen noticias, también pueden ser utilizadas para educar, entretener, formar opinión o controlar a toda una sociedad. Asimismo, hay exceso de información, lo cual ha llevado a un análisis de valor a los datos transmitidos.

El mundo está lleno de seres en el que distinguimos personas, animales y cosas. Los individuos se diferencian de los demás porque se presentan con sus capacidades intelectuales y acciones libres, como espíritus encarnados y no meramente como cuerpos, por tanto, no puede considerarse igual a un hombre de un animal o una cosa.

La gente tiene de por si un valor, además de otros como el amor, que es una capacidad natural en el hombre, está fundado en la impresión, acompañada de una emoción, y tiene por objeto siempre un valor, en general, el de la persona misma.

De acuerdo al tipo de amor del que se trate también se pueden especificar otros valores inherentes al ser que se ama, como serían, el de la bondad, la igualdad, la valentía, el respeto y otras cualidades como la belleza, el entusiasmo, el ser culto, etcétera.

El amor es por tanto una virtud, deberá siempre estar ligada con el valor del ser humano, puesto que es imposible que el amor se dirija exclusivamente a un cuerpo, ni solamente a alguien del sexo opuesto, sino que se dirige precisamente a la persona. Es preciso que la afirmación del valor de la persona, oriente todos los actos de afectividad y sentimientos en los individuos para que se posibilite lo que llamamos, de acuerdo a su género, o tipo, el verdadero amor personal.

Esta aromática hierba (Pimpinella anisum) proviene de una planta que pertenece a la familia del perejil y también está emparentada con el comino, el hinojo, la alcaravea y el eneldo.

Es una especie herbácea que forma matas de más de 50 centímetros de altura, con hojas pinnadas (con alas o aletas) en la base y profundamente divididas en la parte superior del tallo. Las diminutas flores son de color blanco cuyos frutos y semillas tienen un fuerte sabor aromático.

Todas las partes vegetales de la planta joven son comestibles. Los tallos tienen una textura parecida al apio y son mucho más suaves de sabor que las semillas, congenia muy bien con las especias clavo, jengibre y vainilla.

Como el sabor y el olor son fuertes, encubren los demás sabores, por lo que hay que utilizarlo de forma moderada. El anís como especia, se cultiva en España y México, donde se usa en repostería, en la elaboración de licores, así como en algunos curris y platos de marisco. En el Oriente Medio y la India la usan en sopas y guisos diversos.

Desde el punto de vista herbolario, el anís se caracteriza por ser benéfico para el estómago, digestivo, aperitivo, calmante en los dolores de la menstruación o cólicos gastrointestinales. Se usa también como calmante suave de la tos en niños y ancianos.