Algunos médicos defienden la eficacia de las especias en los alimentos que consumimos diariamente por sus cualidades terapéuticas contra ciertas afecciones en el organismo. Por ejemplo, el ajo se utilizó como medicina en la Segunda Guerra Mundial cuando se trataban las heridas de los soldados, con preparados a base de este condimento. Este bulbo posee propiedades balsámicas y expectorantes, es recomendado contra los catarros constipados. Además, es purificador de la sangre.
Por su parte, el comino posee propiedades estimulantes del sistema digestivo y facilita la evacuación de los gases intestinales. Otro ejemplo, es la cebollas, en crudo es muy benéfica para el aparato digestivo porque estimula las secreciones biliares y contribuye a mantener el bienestar general ene el organismo.
Sin embargo, hay que destacar que se sabe actualmente que las especias en polvo pierden sus aceites esenciales y el aroma. Por eso, son mejores las recién molidas y siempre deben usarse con moderación y en dosis adecuadas. En general se recomienda comprarlas en su forma entera y en pequeñas cantidades para que conserven su aroma y sabor en el momento de utilizarlas. Hay que tener en cuenta también que algunas pierden propiedades si se exponen a la luz, por lo que deben conservarse en sitios frescos y obscuros.
Los diferentes condimentos que encontramos en el mercado se pueden clasificar en distintos grupos:
* Saldos, se emplean en la mayoría de los platos y aunque el más frecuente es la sal, podemos destacar el orégano, albahaca o estragón.
* Ácidos, son eficaces para calmar la sed por su cualidad refrescante y los más usados son el limón o el vinagre.
* Aromáticos, son los que aportan un olor intenso a los platos y podemos destacar al ajo, perejil, romero y laurel.
Por su parte, el aroma es el mejor indicador de calidad de las especias.
Siempre deben guardarse en recipientes herméticos y oscuros para evitar la acción del aire y la luz, que harían perder rápidamente sus propiedades.
Debidamente conservadas se mantienen mucho tiempo en perfectas condiciones. Lo anterior es muy importante porque de utilizar cada hierba aromática en su punto óptimo de frescura y en la medida adecuada depende el éxito de los platillos por preparar.
Por su parte, los expertos recomiendan tratar de sustituir la sal por otros condimentos –igual de ricos y nutritivos- tales como:
* Para las sopas, el ajo, la cebolla y el laurel.
* Para las verduras, estragón y los cominos.
* Para la carne, el ajo, el romero y el tomillo.
* Para los pescados, el ajo, la pimienta y el perejil.
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