Los expertos aclaran que el término cambio climático antropogénico es el adecuado para referirse a las modificaciones ambientales producidas por el ser humano y que no debe confundirse con la variedad del clima, la cual se ha producido constantemente –y por causas naturales- a través del tiempo en nuestro planeta.
Asimismo, resaltan que la influencia del ser humano en el ambiente comenzó desde su aparición en la Tierra, sobre todo cuando se inició la deforestación con fines de cultivo y pastoreo. En la actualidad se considera que las consecuencias negativas del hombre en el ambiente comenzaron a ser notables desde que se inició la producción excesiva de gases, que intensifican el efecto invernadero del planta –tales como el bióxido de carbono (CO2) de fábricas y medios de transporte o el metano (CH4) de uso en granjas de ganadería intensiva-.
Otros compuestos dañinos para el ambiente son los sulfatos provenientes de combustibles fósiles y presentes en los aerosoles. Al respecto, se sabe que tales sustancias ejercen una influencia reductora de la temperatura. Este hecho, unido a la variabilidad natural del clima, es la causa que explica la disminución de temperatura del planeta, que se comenzó a observar desde la primera mitad del siglo XX.
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