En Mesoamérica, una de las principales plantas ha sido y es el chile. El consumo de esta baya involucra una característica cultural persistente; tanto que, comemos chile no sólo porque lo aprendimos de nuestros padres, también lo consumimos porque en cierta forma tiene un carácter lúdico, pues puede resultar divertido.
En la actualidad, el chile es utilizado, entre otras cosas, en el tratamiento de problemas de presión arterial, ya que, cuando se consume chile, se incrementa la circulación sanguínea y se favorece la eliminación de toxinas por la transpiración consecuente. También es usado para incrementar la secreción salival, estimular el apetito y ayudar a tragar los alimentos secos e insípidos. Además, los chiles, al incrementar la secreción de jugos gástricos, ayudan a la digestión porque intensifican el funcionamiento del sistema digestivo.
Y por si fueran pocas todas las bondades mencionadas, ya existen productos farmacéuticos hechos a base de extracto de chile que sirven para aliviar dolores musculares.
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