Es una pequeña semilla de tamaño minúsculo de color negro, que es utilizada para acompañar la refrescante agua de limón. Al remojar los granos se forma una espuma y en seguida puede mezclarse con agua de limón y azúcar.
Hay evidencia que muestra que la semilla de chía comenzó a usarse en la alimentación humana unos 3 mil 500 años a.C. y se convirtió en un cultivo básico en el centro de México entre 1500 y 900 años antes de nuestra era.
En la época prehispánica, era usada como alimento mezclada con otros cultivos, molida en harina, incluida en medicinas y apreciada por su aceite utilizado como base para pinturas tanto faciales como corporales. Tan utilizadas eran que los aztecas recibían semilla de chía como tributo anual de los pueblos conquistados y la ofrecían a los dioses como parte de las ofrendas en las ceremonias religiosas.
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