Gracias, Señor, por todo lo que en este año me diste.
Gracias por los días de sol y los nublados tristes.
Gracias por las noches tranquilas y por las inquietas horas oscuras.
Gracias por la salud y por la enfermedad.
Gracias por las penas y por las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y después me pediste.
Gracias, Señor, por la sonrisa amable y la mano amiga, por el amor, por todo lo hermoso y dulce.
Por las flores, las estrellas, la existencia de los niños y de las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las dificultades y las lágrimas, por todo lo que me acercó a Ti más íntimamente.
¡Muchas Gracias!
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