Loa códices mayas son libros escritos antes del inicio de la Conquista española (1519) por lo que muestran características relevantes de la civilización maya original, tales manuscritos se escribían en papel fabricado de la corteza de un árbol parecido a la higuera, llamado amate y en el cual se pintaban caracteres jeroglíficos, por desgracia la mayoría fueron quemados por los misioneros conquistadores, quienes los consideraban “supersticiosos”. Solamente tres de ellos –encontrados desde el siglo XIX- y una parte de un cuarto sobreviven en la actualidad, éstos son:
• El Códice de Dresde. Es un tratado del tiempo, la astronomía y la astrología, con un calendario de dioses que gobiernan cada día, explica también detalles del sistema numérico maya.
• El Códice de Madrid. Conocido como el Códice Trocortesiano, es el más voluminoso y menos estudiado de los códices mayas, es un escrito que habla sobre tablas astrológicas, así como de diversas ceremonias y artes de esta cultura.
• El Códice de París. Igualmente conocido como el Códice Peresiano, su temática refiere cuestiones de profecías, rituales y ceremonias correspondientes a sus dioses.
• El Códice Grolier. También conocido como el Fragmento Grolier se dio a conocer en el año 1971, consta 11 páginas mal cuidadas, se presume que pertenece a un libro con 20 páginas.
Al tiempo de la conquista Española, había varios escritos mayas, por desgracia, casi todos fueron destruidos por los religiosos y con ello, muchas de las claves para comprender la historia de esta cultura. Al respecto, Alonso de Zonta (español promotor de una colonización pacífica, respetuosa de los indígenas) escribió que en el años 1540, vio algunos libros en el Altiplano de Guatemala, los cuales narraban historias de más de 800 años, interpretadas por indígenas muy ancianos.
Por el contrario, Fray Diego de Landa ordenó en 1562 que todos los códices prehispánicos de la península de Yucatán fueran destruidos. Fray Bartolomé de las Casas se lamentó de tales hechos y escribió: “Muchos libros fueron quemados por nuestros clérigos porque pensaron que podrían dañar a los indígenas en materia de religión y dificultar su conversión. Yo aún pude ver restos de tres escritos”.
Las últimas obras en ser deshechas fueron las de la ciudad prehispánica de Trayasal en Guatemala, la última de América en ser conquistada en 1697. Por suerte, todavía se conservan algunos códices, inscripciones en piedras (estelas) y otros monumentos –tales como los frescos de algunos templos-, los cuales son fuente importante de información para comprender a la civilización maya original.
Deja un comentario