Uno de los problemas filosóficos a los que se ha enfrentado toda cultura ha sido el origen de la existencia de las cosas. ¿Cómo surge la vida? ¿Cómo se origina el universo?, ¿Cuándo empezó el origen del tiempo?, son algunas de las tantas preguntas que se han planteado a través de la existencia; sin embargo, los mayas fueron capaces de construir concepciones tan abstractas como la existencia del “cero” para darles respuesta.
Asimismo, crearon un sistema de numeración vigesimal posicional basado en la cuenta de los dedos de las manos y los pies, es decir, contaban de 20 en 20 y se apoyaban con el número 5 como base auxiliar. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas, en sus jeroglíficos el cero es simbolizado como:
• Un puño cerrado. En tal representación los dedos (que son los numerales con que empezó a contar el hombre) son retenidos dentro de un espacio cerrado de manera integral y completa, lo cual señala que “el conjunto está completo”
• Una concha. Esta imagen es vinculada con el concepto de muerte, dicho objeto era comprendido como la huella de un ciclo de vida que existió y se completó.
Es decir, para dicha cultura tales símbolos representaban una medida completa-la integración final- o bien, el cierre de un ciclo o la comunicación de la vida.
Los antropólogos señalan que la noción de las distancias y la percepción de cómo se velan los astros en el firmamento seguramente inspiró a esta extraordinaria civilización a relacionar el espacio con el tiempo y a generar el concepto de cero. Al ver hacia los umbrales del universo permitió a los mayas correlacionar la distancia entre astros como el Sol o venus con ciclos exactos de regeneración de eventos astronómicos anuales y, por lo tanto, determinar las épocas del año más favorables para sus actividades agrícolas.
Es decir, el desarrollo del concepto del número cero permitió a la civilización maya establecer las fechas del inicio y término del año solar, relacionadas con sus principales actividades, así como realizar cálculos matemáticos de utilidad para la construcción de obras arquitectónicas sorprendentes.
Sus conocimientos en matemáticas también abarcaron la ingeniería hidráulica con la construcción de lagos artificiales repletos de agua que se recolectaba en las superficies de las plazas o los templos, ésta se transportaba a través de canales hacia las aguadas (donde es posible abastecerse de agua en zonas áridas) por medio de la fuerza de gravedad, esto también requirió de una gran habilidad para realizar complejos cálculos matemáticos.
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