La simplicidad, ésa es la clave. ¡No te compliques! No hay nada fuera de ti, Todo lo externo es un reflejo tuyo. Dirígete al sentimiento.
Si te sientes alegre entonces fluye con alegría. Si el sentimiento no es amoroso, entonces aquiétate.
Examina las creencias que tienes sobre la situación. Abraza el miedo y transmuta el dolor. Todo lo demás es sólo un cuento.
Ha llegado la hora de que habites en la casa del amor eterno y juegues en el jardín llamado el cielo en la Tierra de tu propia creación.
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