Los efectos de cambio climático sobre el ciclo de agua hacen que el futuro del preciado líquido sea más frágil que nunca. Por lo anterior, la Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el 22 de marzo de cada año, Día Mundial del Agua. Celebración orientada a la comprensión de la forma en que la contaminación del vital líquido influye en la productividad económica y en el bienestar social.
Y es que la vida en el planeta comenzó con el agua y el nexo que existe entre estos dos elementos podría desaparecer si continuamos desaprovechando este líquido. Es más, probablemente el agua sea el único recurso natural que atañe a todos los aspectos de la civilización, desde el desarrollo agrícola e industrial, hasta los valores culturales y religiosos de la sociedad a través de la Historia.
Los expertos señalan que desde 1950, el consumo del agua en el mundo se ha triplicado, lo cual pone al planeta frente a uno de los grandes problemas con que la humanidad haya luchado. De no mejorar estas circunstancias, se calcula que en el año 2025 dos tercios de la humanidad padecerán problemas de carencia de agua dulce. Esto ha llevado a pensar que los próximos conflictos en el planeta Tierra tendrán su origen en la escasez del vital líquido.
En fin, hay que entender que el agua no es un recurso más, sino que tiene una relación directa con la vida y nuestra salud, por lo que cada vez tenemos que ser más conscientes y responsables de su uso.
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