Como todos los animales, tiene un distintivo que denota su presencia; en este caso su cola que casi siempre se extiende verticalmente advierte a los hombres que un coati, solitario, tejón pisote, chluga o coatimundi está cerca.
El resto de su cuerpo es pequeño y de movimientos graciosos, también son característicos de estos mamíferos sus saltos para acercarse o alejarse de las ramas, de otros animales o para comer. Habitan en planos costeros, planicies boscosas y selvas, desde el norte de Sonora y Tamaulipas hasta Sudamérica. Pero, estos animales que durante siglos han convivido con nosotros se encuentras hoy en grave peligro de extinción. Los seres humanos no nos damos cuenta que aprender a convivir con el entorno ecológico es fundamentalmente para la preservación de las especies.

A esta ave amazónica en forma de pavo se le puede encontrar descansando, en solitario y en ocasiones en pareja, sobre las ramas de arbustos o árboles. Es de color café oliva con finas manchas blancas en el cuello y pecho; sus alas y su cola son de color verde brillante. Una característica es su delicada papada roja coral. Además, cuando está en temporada de reproducción es muy bulliciosa, a la distancia su sonido se asemeja al aullido de un perro. Se alimenta de frutas y semillas. Constituye sus nidos a 5 metros de altura, en los árboles. Las pavas son las aves favoritas de cazadores de la Amazonía, que, sumado a construcción de carreteras y a la expansión de la población humana, ha puesto a esta especie en peligro de extinción.

De gran robustez, mide entre 30 y 160 cms. de longitud. La caracteriza el apéndice córneo que exhibe en la punta de la cola, compuesto hasta de 14 segmentos engarzados entre sí, que producen un sonido muy particular cuando el animal los agita. Es la más escasa de las cuatro especies ponzoñosas en México; actualmente su distribución está restringida a pocos puntos al norte por lo que se halla en peligro de extinción. Habita zonas de campo o monto sucio, preferentemente pedregosas. Se alimenta casi exclusivamente de mamíferos, especialmente roedores. Es una especie muy agresiva, pero como suele agitar su “cascabel” antes de morder, la víctima potencial queda advertida de su presencia.

Alcanza hasta 3 metros de longitud. Posee hocico corto y ancho y de 24 a 28 filas con escamas abdominales. El mantenimiento de tales animales en cautiverio exige grandes recintos, con significativa cantidad de agua. El tanque deber ser tan profundo y lodoso que permita el desplazamiento vertical del animal para enterrarse en el lodo y para resguardarse del frío. El recinto también debe disponer de amplias playas, para que el animal se pueda exponer adecuadamente al sol. Es aconsejable que exista bastante material orgánico para que las hembras puedan construir nidos. Víctima de cazadores en escrúpulos, el yacaré ya se encuentra en peligro de extinción. La devastación ambiental y las alteraciones en los cursos de los ríos, modificados en periodos de sequías y lluvias, lo amenazan drásticamente.

Su caparazón llega a medir más de un metro y puede alcanzar un peso mayor a 150 kilo. Habitan en aguas que permanecen por encima de los 20ºC durante todo el año.

Aunque se encuentran en todo el planeta, sus poblaciones reproductivas están aisladas y desconectadas entre sí. De jóvenes son omnívoros, pero como adultos se alimentan casi exclusivamente de plantas acuáticas marinas. La principal razón por la cual sus poblaciones han disminuido tan drásticamente es por la comercialización de su carne, huevos, cuero aceite y otros productos derivados. Otra causa que ha adquirido importancia es la captura accidental por arrastres de barcos camaronero, ya que las tortugas caen en las redes y se asfixian o sufren traumatismos que les causan la muerte.