Reflexiones
Reflexiones para este año.
Las adversidades tiemplan el espíritu y permiten conocernos mejor. El carácter y la voluntad se forjan en la adversidad. Claro que no es agradable sufrirla; todos quisiéramos no tropezar jamás con ella; pero como esto no esposible, lo mejor es enfrentarla con valor y superarla, sólo así saldremos fortalecidos.
La adversidad nos permite descubrir a los verdaderos amigos. Aquellos que están prestos para acompañarnos a fiestas y francahachelas, gozosos de compartir nuestra felicidad, no siempre se muestran muy ufanos cuando se aate sobre nosotros la desgracia. Algunos huyen, se esconden: los pocos que se quedan, los que permanacen inmutables, son los auténticos amigos.
La adversidad se presenta en todas las etapas de la vida. Reprobar una materia o ser reprendido en la escuela constituye una contrariedad tremenda para el estudiante. El jove enamorado que no es correspondido o el infortunado galán que se enreda con una muyer coqueta, son tamtién víctimas d ela desventura. Vencerla sin amilanarse, superarla, sirve para templar el carácter.
Octavio Colmenares Vargas
Es un arte saber ceder en lo trivial.
Añorar el pasado es correr tras el viento.
¿Le has echado un vistazo al estado de perdidas y ganancias de tu vida?
Nuestra vida es el negocio más importante que debemos atender.
¿Estás operando con “Números rojos”? – ¿Hay cuentas pendientes que pagar? – ¿Has tenido ganancias y tu “capital” ha crecido”?
Creo que hacer cuentas de cuando en cuando es saludable y necesario.
Reajustar, invertir nuestro tiempo, disfrutar las ganacias, todo eso hay que tomar en cuenta.
Si tienes un “socio” o “socia” hagan su contabilidad juntos, ¿Cómo va esa sociedad?¿Se reúnen para resolver problemas que a ambos afectan? Si no lo has hecho, creo que sería una buena idea hacerlo. Tu vida es tu negocio. Revisa tus cuentas ¡no vaya a ser que llegues al cierre en una absoluta bancarrota!
Helen Hernández
Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella.
No somos lo que debemos ser. No somos lo que vamos a ser. No somos lo que queremos ser. Pero gracias a Dios no somos lo que éramos antes.
Una voz fuerte no puede competir con nuna voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la lmuerte sin haber reído.
Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.
Muchos es quejan de la vida, atribuyéndole todo lo malo que les pasa. No se dan cuenta de que la vida es un camino neutral donde el hombre libra sus batallas contra el mal y donde puede allegarse el bien.
De nosotros depende el resultado final. O nos dejamos derrotar por el mal y padecemos las consecuencias, o aprovechamos el bien y lo usamos como escudo en nuestra lucha contra el mal.
De lo anterior se desprende que podemos hacer de nuestra vida lo que queramos. La elección está en nuestras manos. Una buena vida significa vencer al mal; una mala vida significa ser víctima del mal, significa haber perdido la guerra contra el mal; o peor aún, haberse rendido sin luchar.