Normita

Ingredientes:
8 cebollas de cambray finamente picadas con todo y rabo
2 tazas de champiñones rebanados
¼ taza de perejil finamente picado
4 tazas de caldo de pollo o vegetales
1 cucharada de vinagre de arroz
2 charadas de aceite de ajonjolí
3 cucharadas de salsa de soya
½ paquete de fideo estilo oriental cocido

Procedimiento:
Acitronar la cebolla, añadir los champiñones y perejil y cocer durante 10 minutos. Añadir poco a poco el consomé y dejar que hierva. Sazonar con el vinagre de arroz, el aceite de ajonjolí, la salsa de soya y sal, incorporar lo fideos y dejar que hierva otros 5 minutos.

Esta zona arqueológica se ubica en la población de Santiago Tingambato a 35 kilómetros al Oeste de Pátzcuaro, en el estado de Michoacán. El nombre proviene de lengua purépecha y significa “Cerro del clima templado”. A la fecha ha sido explorada y visitada una parte mínima de este maravilloso sitio ya que éste corresponde al área religiosa y civil de la población. Sin embargo, las investigaciones realizadas han permitido conocer nuevos aspectos de su historia, pues se trata de un sitio anterior a los fundadores para el pueblo purépecha.
Tingambato es uno de los lugares representativos de la etapa anterior al apogeo de los purépechas y es notable la presencia de influencia teotihuacana. Por ejemplo, el parecido del juego de pelota en este espacio con los de los sitios arqueológicos de Tula y Xochicalco, refuerza la teoría de que este asentamiento surgió a la caída de Teotihuacán. Es decir, las evidencias indican que estos tres sitios florecen después de la decadencia de la gran urge (para los historiadores se trata de la fase Teotihuacán IV). Se cree que Tingambato fue abandonado definitivamente alrededor de 900d.C., ya que no presenta ningún elemento que lo relacione con los tarascos. Se concluye que su población desapareció a causa de un incendio.

Cuando se deglute la comida, ésta desciende al estómago a través del esófago. El extremo inferior del esófago, llamado esfínter, se cierra para mantener a la comida en el estómago. Si el esfínter no puede mantenerse cerrado, algo del contenido del estómago regresa hacia el esófago. Esto es el reflujo gastroesofágico. Cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago, se irrita y da la sensación de ardor (pirosis). Si regresa hasta la garganta, produce un sabor amargo. Algunas veces el reflujo ocasiona un cólico, dolor agudo del tórax y una sensación de opresión en el pecho. El reflujo es un problema frecuente. A veces el ácido del estómago regresa hacia la tráquea y causa tos, ahogo, dificultad para respirar e incluso neumonía. Con el tiempo, pude formarse tejido cicatrizal en el esófago que dificultará la deglución.


Cómo olvidar aquella respuesta de Mahatma Gandhi cuando le cuestionaron sobre los factores que destruyen al hombre y la sociedad.

Señalaba siete elementos:
1. La Política sin principios;
2. el Placer sin compromiso;
3. la Riqueza sin trabajo;
4. la Sabiduría sin carácter;
5. los Negocios sin moral;
6. la Ciencia sin humanidad y
7. la Oración sin caridad.

“La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si yo estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si yo les sonrío; que hay caras amargas, si yo estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: Si yo sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que yo tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí. “El que quiera ser amado, que ame”…

El negativo: siempre una parte del problema.
El positivo: siempre una parte de la solución.
El negativo: siempre tiene una excusa.
El positivo: siempre tiene un proyecto.
El negativo: ese no es mi trabajo.
El positivo: permíteme hacerlo por ti.
El negativo: ve un problema en cada respuesta.
El positivo: ve una solución en cada problema.
El negativo: ve siempre oscuridad en medio de la luz.
El positivo: ve siempre luz en medio de la oscuridad.
El negativo: puede ser posible pero es muy difícil.
El positivo: puede ser muy difícil pero es posible.
El negativo: acepta su destino.
El positivo: construye su destino.
El negativo: complica lo posible.
El positivo: simplifica lo complejo.
El negativo: se concentra en no fracasar.
El positivo: se concentra en ganar.
El negativo: nunca gana.
El positivo: nunca pierde.

…y si Dios está con nosotros, por qué ser negativos?


Jueves Santo:
Conmemoración referente a la Pasión de Jesucristo, esto es, los hechos significtivos que le condujeron a la Cruz. Cada etapa que conforma este calvario es la demostración ejemplar de amor y fe entre el Creador y su obra. Durante la Última Cena. Jesús entrega simbólicamente su cuerpo y sangre para sellar la alianza con el hombre y el perdón de sus faltas; sin duda el acto más inportante de este día es la institución de la Sagrada Eucaristía. Antes de la Cena, en una gran lección de humildad lava los pies de sus discípulos, incluso los de judas Iscariote, aún conociendo su traición.

Viernes Santo:
Profunda reflexión que cierra este periodo de 40 días. Se conmemora el momento en que Cristo, trae enorme sufrimiento por el perdón que ha solicitado para la humanidad, muere en la Cruz y baja a la Tierra con semilla que germina. Es necesario morir para renacer, despojarse de lo que ya no se requiere para dar lugar a la renovación.

Sábado de Gloria:
En la noche de este día se lleva a cabo una vigilia, en la cual se celebra el gran milagro de la resurreción de Jesucristo como parte de la misma; se bendice el fuego, que simboliza la luz de Cristo al resucitar en medio de las tinieblas del pecado del mundo como única luz y guía: también se bendice el agua que el mismo Dios creó para purificar cuerpo y alma. Es una noche Santa para todos los católicos que escuchan la invitación que Jesús hace; resucitar con Él renovando el compromiso que se recibe al ser bautizados.

Domingo de Pascua:
Para continuar con el festejo de la resurrección, el Domingo de Pascua, durante la Eucarístía, los cánticos retoman los sonidos alegres que se mantuvieron de luto desde el Viernes Santo. De esta manera se proclama el triunfo de Cristo sobre la muerte.