Normita
El gato doméstico Fellis silvestris catus es un pequeño miembro carnívoro de la familia Felidae que ha convivido con el ser humano desde hace unos 9 mil 500 años.
A pesar de los procesos de domesticación a lo que esta especie ha estado sujeta y que la hicieron figurar en la mitología y leyendas de diferentes culturas –tales como la egipcia, la japonesa, la china y la escandinava principalmente- , los gatos aún pueden vivir en ambientes silvestres formando pequeñas colonias.
Desde el punto de vista conductual, los especialistas aclaran que estos compañeros se comunican con gemidos, gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones, además del lenguaje corporal. Asimismo, resaltan que estos felinos se distinguen porque, a diferencia de otros como el león, el tigre o el jaguar, no son capaces de rugir ferozmente aunque si son capaces de “ronronear”.
Tales expresiones se deben a que en todos los gatos se encuentra un conjunto de piezas óseas en la base de la lengua, las cuales vibran en función de los estímulos recibidos en el sistema nervioso. Dichos estímulos pueden surgir cuando “están contentos”, cuando están asustados o doloridos, o bien, cuando las hembras amamantan a sus crías.
Ingredientes:
1 lata grande de granos de elote escurrido
2 huevos
½ cebolla picada
½ taza de harina
½ taza de leche
½ taza de crema
½ taza de pimiento verde picado
3 cdas. de perejil picado
½ taza de queso rallado (Cotija, añejo o fresco)
Sal
Preparación:
Se bate la harina con la leche, la crema y los huevos ya sea con batidor de mano o en batidora eléctrica. Ya sin batir se agrega la cebolla, el pimiento, el elote, el queso y la sal. Se revuelve todo y en aceite caliente se van poniendo cucharadas de la mezcla según el tamaño deseado. Cuando están doradas de un lado, se voltean con una palita que doren del otro lado. Se deben dorar a fuego lento para que no queden crudas por dentro. Se van poniendo en servilletas de papel para que absorban la grasa, se sirven con cualquier ensalada verde o con verduras cocidas o fritas con cebolla, que pueden ser chícharos, zanahorias y brócoli.
Dentro de algunos alimentos de gusto exquisito y apariencia agradable tales como frutas y vegetales, existen potentes centrales químicas que producen cientos de compuestos biológicamente activos que, aunque no son nutrientes esenciales para la vida, pueden prevenir significativamente el desarrollo de enfermedades degenerativas; algunas de dichas sustancias son las vitaminas antioxidantes, flavonoides, carotenos, arginina, entre otras.
Una dieta prudente está caracterizada por la abundancia de alimentos como verduras, legumbres, pan pastas, ensaladas, frutas, nueces, aceite de olivo como principal fuente de grasa; cantidades moderadas de pescado y en menor grado, aves, productos lácteos y huevos; muy pequeñas cantidades de carnes rojas, y de moderada a baja cantidad de vino, consumido preferentemente con las comidas.
Por si fuera poco, en la actualidad se vive en un ambiente en el que abunda la desinformación en el campo de la nutrición. Por todo ello, lo preferible es llevar a cabo una alimentación variada y equilibrada, en la que no falten los vegetales pero sin abusar en nuestra dieta, ni de los suplementos ni de los alimentos enriquecidos en las sustancias antes mencionadas.
Cuando los españoles llegaron a América, el amaranto (huahuatli) era uno de los granos más apreciados para los aztecas. La semilla era molida, mezclada con miel de abeja, miel de maguey o sangre humana y se le daba forma de animales sagrados, montañas o dioses que, durante las ceremonias en los grandes templos o en las reuniones familiares, se consumían como símbolo de comunión don las deidades.
Los españoles, quienes prohibieron el cultivo y uso de la semilla, convirtieron el maíz y el frijol en los alimentos básicos, mientras que el amaranto cayó en desuso y se impidió que entrara en la alimentación mundial un nuevo producto de alto valor nutritivo y una planta muy adaptable a condiciones de crecimiento muy limitadas de agua y nutrientes minerales.
Afortunadamente, el arraigo de las costumbres es muy fuerte y el consumo del amaranto se mantuvo durante siglos gracias la acción de pequeños agricultores que conservaron la tradición de su cultivo aunque en pequeña escala.
Hoy, hay muchas formas de consumir el amaranto en México, y una de las más populares es en el dulce “alegría”.
El amaranto constituía la principal fuente de proteína para los pueblos prehispánicos desde hace casi 7 mil años y, junto con el maíz y el frijol, era parte fundamental de la antigua dieta mexicana. Probablemente los primeros en utilizarlo como un cultivo valioso fueron los mayas.
Diversas fuentes históricas relatan el uso de esta planta durante ceremonias religiosas y como uno de los principales granos que se exigían de los pueblos dominados como tributo al emperador.
Con los granos del amaranto, los aztecas preparaban una harina que se mezclaba con miel de maguey para formar una maza llamada tzoalli, con la que se elaboran figuras e imágenes de deidades utilizadas en diferentes cultos.
El amaranto es una hierba anual productora de pequeñas semillas en abundancia. Estas semillas tienen propiedades particulares como proteínas, aminoácidos esenciales, fibra, calcio, hierro y vitaminas A y C.
El amaranto es un vegetal con un muy alto valor nutritivo por su gran contenido de proteínas, aminoácidos y minerales. Además, se puede aprovechar como verdura o como forraje. Es originario de México pero es el lejano Oriente donde más ha sido utilizado.
Es también un cultivo extremadamente noble, ya que puede prosperar en condiciones de sequía y suelos salinos. La semilla presenta una gran versatilidad, se puede utilizar en la preparación de diversos productos, y en México tiene un prometedor potencial de aplicación industrial, tanto en los alimentos como en la elaboración de cosméticos, colorantes y hasta plásticos biodegradables.
El amaranto o huautli en su voz náhuatl, era indispensable en la dieta de los aztecas, se otorgaba como tributo al Emperador hasta la época de la Conquista. Su consumo estaba muy arraigado y era considerado un alimento ritual, utilizado en la elaboración de diversos platillos como atoles, tamales, pinole y tortillas, y sus hojas se consumían también como verdura.
Ingredientes:
1 cebolla (picada)
2 cdas. de aceite
4 dientes grande de ajo (picado)
1 poro (rebanado)
1 rama de hierbabuena
Zanahorias, apio, chayotes, brócoli, calabacitas, espinacas
Cilantro y perejil
Consomé en polvo
Preparación:
Se pone a hervir una olla con agua. Se fríe la cebolla en aceite hasta que esté transparente, se agregan los dientes de ajo y el poro. Esto se vacía a la olla de agua hirviendo y se van incorporando las verduras, primero la que son más duras y después la más tiernas. Se inicia con las zanahorias, apio y chayotes, a los cinco minutos se ponen ramitas de brócoli, calabacitas, espinacas, cilantro y perejil, todo bien picado, se sazona con el consomé y la hierbabuena. Se deja hervir sólo un minuto y se retira del fuego. Las verduras deben quedar firmes y no recocidas, por eso el brócoli, la calabacita a la espinaca sólo deben hervir un minuto, ya que con el mismo calor de la sopa se cocerán un poco más.
Ingredientes:
2 pechugas de pollo (deshuesadas y sin piel)
2 o 3 cdas. de salsa teriyaki y salsa de soya
Sal de ajo, pimienta, jengibre en polvo, ramitos de brócoli, zanahoria (pelada) y apio (sin hierbas)
2 cdtas. de almidón en polvo
¼ de taza de agua
2 cdas. de aceite
1 cebolla (en gajos)
¼ de taza de nueces (en mitades)
2 cdas. de salsa de soya
Preparación:
Se parten en cuadritos las pechugas de pollo, se rocían con dos o tres cucharadas de salsa teriyaki, que se puede sustituir con salsa de soya, se les pone sal de ajo, pimienta y jengibre en polvo. Se dejan reposar mientras se cortan las verduras: ramitos de brócoli, apio cortado en diagonal y la zanahoria rebanada. Se disuelve el almidón en polvo en el cuarto de taza de agua. Se pone al fuego un wok (sartén redonda y abombada en el fondo que se emplea para saltear los alimentos) o una cacerola honda con dos cucharadas de aceite y al estar bien caliente se fríen los trocitos de pollo a fuego alto por dos minutos, moviendo con palita de madera, al empezar a dorar se agrega la cebolla y las demás verduras. Se fríen a fuego alto por un minuto, se agrega el almidón, dos cucharadas de salsa de soya y las nueces. Se deja en el fuego un minuto y se sirve con arroz blanco. Las verduras quedan casi crudas.
Su nombre proviene de Michámacuan (lugar de pescadores), una de las cuatro provincias Puépecha con capital en Tzintzuntzan, muy cerca del lago de Pátzcuaro. Económicamente depende en gran medida de la agricultura y destacan sus cultivos de aguacate, garbanzo, limón, ajonjolí, sorgo y fresa. Se distingue por ser productor de ganado bovino y en cuanto a minería 32 municipios tienen yacimientos importantes de oro, plata, plomo, zinc, barita y cobre. Su orografía es una de las más accidentadas, forma parte de la Sierra Madre del Sur y del Eje volcánico Transversal. Sus principales lagos son el Cuitzeo, el de Pátzcuaro, el de Zirahuén y una parte del de Chapala. Su río más importante es el río Lerma.
Culturalmente el estado se distingue por su música, sus artesanías y su herencia indígena, cultural y arqueológica.